Este es el segundo disco de esta banda formada por gente de dos grupos anteriores (Comets on Fire y Drunk Horse), esta vez de la mano ni mas ni menos que de Rick Rubin, han editado esta hermosa placa, de canciones largas, matices e intensidades por miles.
Un disco que es como una selección del rock de toda la vida, con partes folk y también guitarras estridentes directo al tímpano, bastante psicodelia y una montaña de hammonds.
Nostalgia de 100% pureza.
2 comentarios:
yo tengo un disco de Comets On Fire, eran bien buenos, algo así como hard sicodelia, bien vintages.
Grata sorpresa, buen sonido, y como bien dijiste (gato) un disco bien mixto: me gustó mucho.
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